La génesis de esta serie no tiene desperdicio. La muerte accidental de una mujer de media edad en Carolina del Norte en 2001 deriva en una acusación de asesinato a su marido, que acaba convirtiéndose en un interminable jucio mediático que da lugar a una docuserie francesa de 13 capítulos en 2004, que tiene dos continuaciones en 2013 y 2018, y que finalmente se convierte en una ficción de HBO en 2022 con reparto estelar (Colin Firth, Toni Colette, Juliette Binoche, Michael Stuhlbarg, Sophie Turner).
En un trimestre en que la plataforma ha presentado varios títulos de calidad que aparecerán en esta sección en las próximas semanas como Tokyo Vice, cuyo primer capítulo ha dirigido Michael Mann, La ciudad es nuestra de David Simón, o Tiempo de victoria: La dinastía de los Lakers, el estreno semanal de The Staircase ha conseguido captar la atención de los medios. Cada capítulo ofrecía giros en la investigación que hacían pensar en que se podía tratar de una de las series policiacas del año. Finalmente no es así, porque hereda las carencias de las docuseries originales. Las vueltas y revueltas sobre las mismas pistas hacen que el relato sea difuso y atascado. Demasiados capítulos para unos personajes que parecen sugerir un universo que no se acaba de concretar.
El creador de la serie es el neoyorkino Antonio Campos, un director, guionista y productor que ya había mostrado sus señas de identidad en las 3 temporadas de efctista The Sinner (2017-2020), y en ese fallido intento de película de culto para Netflix titulada El diablo a todas horas (2020). The Staircase es la menos salvaje de todas sus producciones, la más medida con excepción de un par de capítulos iniciales demasiado morbosos al retratar la aficiones sexuales del protagonista. Pero eso no basta para que se trate de una gran serie, sino más bien de un entretenimiento alargado con notables deficiencias en el desarrollo de personajes.
Firma: Claudio Sánchez
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