Mick Herron (Newcastle, 1963) publicó en 2010 la novela que ha dado origen a esta serie de 6 capítulos que ya ha confirmado una segunda y tercera temporada. Lo peculiar de la historia es que los protagonistas no son espías al estilo de James Bond, sino que se trata de agentes condenados por errores imperdonables en el MI6 británico a sestear eternamente en una oficina kafkiana. Su líder es un sarcástico Gary Oldman, que intenta que el tiempo que sus compañeros de la Ciénaga están en la oficina sea lo más inútil posible. «Nos pagan por no hacer nada». En frente tendrán a una maquiavélico personaje interpretado por Kristin Scott Thomas, todo un símbolo de las cloacas del Estado.
El creador de la serie es James Hawes, un veterano de la televisión británica, con 20 años de profesión en los que ha destacado por títulos como The Mill, Undercover y algunos capítulos de Black Mirror. Caballos lentos tiene un casting muy complementario, con actores muy reconocidos y otros rostros habituales de la ficción británica como Jack Lowden (The Passing bales, Small Axe), Chris Reilly (Devils, The Feed), Dustin Demri-Burns (The Great, Britannia) o Saskia Reeves (Belgravia, Luther). La trama combina momentos puntuales de violencia salvaje y una ironía inglesa muy inteligente, para desarrollar un ritmo muy adecuado para cada capítulo. El guión sortea el peligro de convertirse en una atracción paródica sobre los cuerpos especiales de seguridad y espionaje, para terminar siendo un diagnóstico lúcido sobre las principales instituciones gubernamentales.
La banda sonora de Daniel Pemberton (El juicio de los 7 de Chicago, Molly´s Game, Cristal Oscuro), un compositor que no deja de crecer, genera una atmósfera muy peculiar y necesaria para retratar a este simpático grupo de perdedores. La canción Strange game de Mick Jagger que se incluye en los títulos de crédito da la claves necesarias para ajustar el tono de una serie que lleva al espectador con mucho talento por donde quiere.
Firma: Claudio Sánchez
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