Las series sobre sectas se han convertido en un género aparte. Al menos una docena de series de ficción y documentales han acaparado las plataformas en la última década. Es un fenómeno muy paralelo al true crime, con quien comparte un desarrollo impredicible de la historia, giros impactantes y una atmósfera claustrofóbica. Lógicamente, en esta parcela del entretenimiento hay de todo, pero hay títulos de tanta calidad como las docuseries El Palmar de Troya (Movistar, 2020), Wild Wild Country (Netflix, 2018), Heaven´s Gate: the Cult of Cults (HBO, 2020) o ficciones como The Leftovers (HBO, 2014-2017), Top of the Lake (Play, 2013).
La Mesías llega a Movistar después de hacer un paseo triunfal por la Sección oficial del último Festival de San Sebastián. Más de uno ha considerado incluso que se trata de la mejor serie española del año. Los directores son Los Javis (Javier Ambrossi y Javier Calvo) creadores de la sensacional Paquita Salas, en mi opinión uno de los personajes más divertidos que se han creado fuera y dentro de nuestro país. También han dirigido la premiadísima serie sobre La Veneno, y la película La Llamada, que tiene una cierta conexión con La Mesías al tratar de dos adolescentes rebeldes en un campamento católico que reciben la «aparición» de un Dios de «brilli brilli» que les canta canciones de Whitney Houston.
La Mesías son varias series en una, con saltos en el tiempo que muestran el declive de una madre que también ha recibido una peculiar «llamada» del cielo. Después de una vida de excesos y prostitución, decide casarse con un hombre devoto con el que forma una familia numerosa que derivará en un grupo de rock cristiano que convertirá al mundo con su canciones antes de que venga Dios, y «sus alienígenas», y den por terminado el planeta. Una vez más hay que reconocerles a este dueto de jóvenes directores y guionistas que tienen imaginación para crear historias en las que cabe casi de todo. En esta ocasión, ellos mismos han declarado que la historia está inspirada en la banda Flos Mariae, un grupo cristiano que surgió en 2014 en Barcelona. Los Javis han afirmado que a partir de esta premisa han dado rienda suelta a su creatividad con una historia mucha más osada y tremendista.
Es evidente que estos directores tienen verdadera fascinación por esa visión almodovariana y tragicómica de la religión católica, en el que la parodia es constante, a pesar de tener un punto de respeto que no hay en el director manchego. Sin embargo, el cocktail no acaba de funcionar porque cuesta creerse el seguimiento de la familia durante tantos años a una madre exagarademente loca. Lola Dueñas es una actriz fantástica, pero su cuarentona madre y Mesías es tan chillona y tremenda que hace que la ficción resulte demasiado inverosímil y esperpéntica. Este personaje, en su madurez interpretada por Carmen Machi, se matiza convenientemente, pero ya es tarde. La trama dramática ha saltado por los aires durante demasiados capítulos, y la alianza de civilizaciones con el que se pretende llegar a un climax religioso que resulta demasiado artificial.
En los más de siete horas de las series hay muchos aciertos musicales, muy habituales en estos directores también presentadores y profesores de Operación Triunfo, que sin duda son lo mejor de la serie, junto con la interpretación coral de un reparto interminable. En la banda sonora hay canciones de Cecilia, Rocío Dúrcal, la experiencia religiosa de Enrique Iglesias, los temas principales de Cantando bajo la lluvia, e incluso aportaciones de Nana Mouskori, Pink Floyd, Bon Jovi o The Comunards. Este repertorio se completa con la joven cantante Amaia Romero, surgida de OT, que aquí hace su primer papel dramático con una naturalidad envidiable.
Claudio Sánchez
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