Aunque la II Guerra Mundial sucedió hace casi un siglo, ya en ese momento la grabación de las imágenes más impactantes de las trincheras era una necesidad para las grandes potencias. No hay más que recordar la inversión de Hollywood en la propaganda cinematográfico con directores tan excelentes como John Ford, Frank Capra o John Houston.
Esta docuserie de Netflix tiene una base documental inacabable pero con la ventaja de una ambiciosa remasterización que colores y mejora la calidad de las imágenes. Aunque al guion no acaba de ser tan brillante como en otros documentales,visualmente la serie es imprescindible al contar la realidad desde dentro. Hay imágenes desde tanques, aviones, trincheras… Todas ellas con primerísimos planos de los soldados en los que expresan el horror con cada gesto y cada mirada.
Esta producción sigue el mismo esquema narrativo que la docuserie Un mundo en Guerra, con saltos constantes de un frente a otro, pero sin centrarse en los líderes de las grandes potencias sino en la gente corriente del ejército o en la retaguardia. Es ahí donde el guion resulta más irregular, con testimonios conmovedores y algunos que dejan mas indiferentes.
Claudio Sánchez
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