C.S. Lewis escribió en 1942 «Cartas del diablo a su sobrino», un relato que hoy en día sigue resultando intemporal e imaginativo. Pero no suele ser lo habitual cuando se trata de ángeles y demonios en el cine y la literatura. En los últimos años, la procesión de ficciones, protagonizadas por diablos parece inacabable, especialmente en el terreno de la animación y la comedia. «Good Omens» no es la más innecesaria, pero sin duda está muy lejos de Lewis.
Esta versión de las populares novelas de Neil Giaman tiene presupuesto y dos actores protagonistas sensacionales: Michael Sheen y David Tennant. Juntos aportan cierta chispa a un relato que acaa siendo reiterativo, gratuitamente ofensivo y profundamente superficial. Por si fuera poco, la segunda temporada ha caído aún más en la rutina y previsibilidad.
Claudio Sánchez
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