El pueblo polaco fue uno de los mas maltratados por el siglo XX. Nazis y comunistas se pelearon por cada centímetro de su tierra dejando una multitud de víctimas. Esta serie norteamericana cuenta la familia de una de ellas, perseguida por pertenecer a la religión judía. La serie está creada entre otros por Thomas Kail, director del rodaje del musical Hamilton. 

El tono de la serie está marcado por la omnipresente música de Rachel Portman, una de las grandes compositoras actuales (Nunca es demasiado tarde, La sonrisa de la Mona Lisa, Nunca me abandones). El joven reparto contiene en sus interpretaciones la intensidad dramática de una historia interminable de desgracias. El trabajo de todos es sensacional, pero destaca Joey King (The Act, Entre dos mundos), que a sus 24 años demuestra estilo propio en un personaje con un arco drámatico muy completo.

La serie podría aprovechar mejor las relaciones románticas entre varios personajes, que en muchos casos se definen de manera algo convencional. Igualmente a la hora de mostrar el acoso nazi y su perversidad faltan sutileza y creatividad. Aún con estas limitaciones, la serie conmueve y tiene algunos escenas impactantes que muestran el heroísmo épico de los polacos y su inmortal esperanza.