La historia real que cuenta esta serie tiene todos los alicientes para convertirse en una de esas producciones pletóricas de morbo. Pero su creador, el británico Saul Dibb (Suite francesa, Muerte en Salisbury), es un director y guionista con personalidad que sabe contar con elipsis y sugerencia. Si a eso unimos el trabajo del magnífico reparto liderado por el veterano Timothy Spall y el joven irlandés Eanna Hardwicke, la serie resulta perturbadora, pero equilibrada. La tensión de la trama se mantiene en 4 capítulos en que se hace una crítica muy sugerente al sentimentalismo religioso y su adopción ingenua de la ideología de género.
Vacaciones y Pantallas
¿Cómo lograr el equilibrio entre el uso de las pantallas y otras actividades en vacaciones? Durante las vacaciones, los menores van a contar con mucho tiempo libre y en ocasiones se verán tentados a ocupar ese tiempo delante de las pantallas. Durante estos días...
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