La historia real que cuenta esta serie tiene todos los alicientes para convertirse en una de esas producciones pletóricas de morbo. Pero su creador, el británico Saul Dibb (Suite francesa, Muerte en Salisbury), es un director y guionista con personalidad que sabe contar con elipsis y sugerencia. Si a eso unimos el trabajo del magnífico reparto liderado por el veterano Timothy Spall y el joven irlandés Eanna Hardwicke, la serie resulta perturbadora, pero equilibrada. La tensión de la trama se mantiene en 4 capítulos en que se hace una crítica muy sugerente al sentimentalismo religioso y su adopción ingenua de la ideología de género.
JPOD 24 Valencia
El evento JPod Valencia 24, celebrado en la Facultat de Filologia, Traducció i Comunicació de la Universitat de València, reunió a expertos, académicos y creadores del mundo del podcast en un espacio de reflexión y aprendizaje sobre el futuro del formato. El congreso...
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