La segunda serie más cara de la historia de la televisión, también en Amazon Prime. La primera también fue El Señor de los anillos: Los anillos del poder, estrenada hace un año. Las dos muestran en cada minuto los valores de producción y la falta de talento en el guion. Citadel se presenta como una producción de los hermanos Russo, que tan buen resultado le han dado a Marvel con El soldado de invierno o Endgame, pero muy poco tiene que ver con esos títulos.
La trama de espionaje internacional tiene todos los ingredientes para que la serie pueda tirar del hilo durante décadas provocando innumerables escenas espectaculares. En el protagonista hay posos de los Bourne o Ethan Hunt, pero ni Richard Madden es Matt Dammon o Tom Cruise, ni el guion de Citadel tiene la sovencia de esas películas.
Una nota muy representativa de la decadencia de la serie es el personaje interpretado por Lesley Manville, una embajadora que pretende reconstruir el planeta a base de telefonazos a sicarios unineuronales de gatillo rápido que le obedecen sumisamente. Todo es tan forzado e inverosímil como impersonal. Un espectáculo tan plano y convencional que es muy díficil defenderlo.
Por si fuera poco, no falta la mujer explosiva que dispara y mata como si fuese Rambo, pero siempre vestida de Dior y perfumada con Dolcce Gabanna. La crítica no ha tenido piedad con Priyanca Chopro (Quantico) ni con el resto de la serie, y el público tampoco. Aún así habrá, como poco, una segunda temporada, aunque todavía no se ha confirmado la fecha de estreno.
Firma: Claudio Sánchez
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