Llegan pocas series de Irlanda y demasiadas de policías. Blue Lights se acerca más a La delgada línea azul o Condena que Line of Duty. En esta historia de veteranos que instruyen a los novatos hay un enfoque cercano y un ritmo pacífico para desarrollar varias tramas paralelas. Los creadores son Adama Patterson y Declan Lawn, que ya habían escrito a dirigido series de cierta artesanía y sello personal como The Undeclared War o Muerte en Salisbury.
El guion tiene madurez en el desarrollo de personajes y una estructura de la trama liberada de investigaciones exhaustivas, persecuciones y giros permanentes. Es un drama más que un thriller, que interioriza la tensión que viven los agentes al empezar a trabajar. La gran ventaja es que los veteranos no son una colección de sabios y amargados que hace tiempo que dejaron de creer en la justicia y la ley. En este sentido la serie tiene matices y medida, con un reparto que transmite empatía con composiciones muy naturales.
En definitiva, una serie que vuelve a demostrar que no importa contar una historia que hemos visto muchas veces, sino que esa nueva lectura tenga drama, personajes y un lenguaje diferente a la hora de desarrollarlos.
Claudio Sánchez
0 comentarios